-Chabelita, ¿Podría traerme la correspondencia semanal, por favor? ¿ Y un café bien cargado?
-Claro, Sr. Borracho. Por cierto, traigo puesto lo que me regaló...
-Perfecto. Ven entonces. Quiero saber cómo se te ve.
-¿Llamó usted?
-[Tragando saliva]. Si, señorita Madow. ¡Caray! ¡Que literal es usted! ¿Cómo le quedó?
-¡Muy bien! Para no tener cinta de medir y haber sacado mi talla a cuartas, tiene usted muy buena mano...
-Lo sé. Por cierto, le queda bien el rojo... ¿Alguna novedad?
-Creo que no... ¡Ah, si! Le dejaron esto en recepción.
La señorita Madow entrega una nota escrita en un papel bond de color rosa. Impreso en computadora. Obviamente, buscando anonimato.
"¿Qué hacer cuando quieres y deseas hacer algo pero sabes que no debes? ¿Conoces la respuesta?
Atentamente: Pequeña traviesa."
Ya tengo mi editorial, pensó Borracho.
-Muchas gracias, Chabelita. Te encargo que le preguntes a Parker si ya tiene las fotos que le pedí para la primera plana. Pero vístete primero.
-Claro, Señor Borracho. Y, gracias... por el regalo... y por todo. [Sonrisa pícara]. Con su permiso...
-Propio... [Gracias a ti... mmm...]
-Claro, Señor Borracho. Y, gracias... por el regalo... y por todo. [Sonrisa pícara]. Con su permiso...
-Propio... [Gracias a ti... mmm...]
Editorial
Mi querida Pequeña traviesa, lamento decirte que te diriges a la persona menos adecuada. No soy yo quien pueda sugerirte qué hacer en un caso como ése, porque simplemente, no acostumbro a quedarme con las dudas.
Me explico: Yo soy de esas personas que se aventuran a hacer las cosas, por mucho riesgo que exista, por mucho que tenga que perder [en ocasiones todo]. Algunas veces han llegado a mi los remordimientos, tengo que aceptar, pero el placer de haber hecho eso que deseaba y era tan prohibido, nadie me lo quita... Nadie me lo quitará.
Sé que existen personas que pueden poner en la balanza lo que tienen y lo comparan contra lo que pueden perder en un instante, si se dejan vencer por la tentación. Mis respetos para ellos. Yo no puedo ser así.
Lamento si no te puedo ayudar en ésta oportunidad, pero he querido ser sincero y contestarte de la manera más honesta posible, en que el editor de una publicación como esta lo puede hacer.
Sólo te dire que, si dudas, no lo hagas... Ahora que, si ya lo estás haciendo, pues ¡disfruta!, que para eso venimos a este mundo, ¿o no?
¡Salud!
Atentamente: J. J. Borracho.
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-¡Parker! ¡Parker! ¿Dónde se habrá metido? Chabelita... me puede comunicar a recursos humanos por favor?
-Un momento por favor. Listo.
-Un momento por favor. Listo.
-¿Aló?
-¿Señorita Isela Toro?
-Si.
-No encuentro a Parker, ¿qué sabe de él?
-Oh, renunció esta mañana, Señor. Problemas personales... ya sabe... sentimentales.
-¿Otra vez la tal María Juana?
-No... Este... Cómo decirlo... Él está enamorado de su secretaria, Señor.
-No me digas que él...
-Si... Él ama a Madow.
-Lo supuse.
Jajaja... ¡Salud!