miércoles, 30 de diciembre de 2009

Brindemos




Se fue el año y, como todos los anteriores, tuvo cosas buenas, cosas malas... Y cosas excelentes.

Yo soy de la idea de que uno no debe estancarse en ver cuántos fracasos tuvo en el año, sino recapitular que fue lo bueno que aprendiste de ellos.

Y es que, amigos míos, no hay situación negativa que no venga con algo positivo de propina. Y este año debió tener bastantes: entre nuevas amistades, personas interesantes, recompensas personales o profesionales... El chiste es saber buscar. Ser optimista.

Tengo la firme creencia de que, si Dios existe, el único mandamiento que escribió con su índice de fuego es: A ver humanito pendejo, ocúpate de ser feliz sin estar chingando a los demás y a mi... a mi déjame en paz, que para eso te di dos manos, cerebro y la creación entera para que te alimentes de ella...

Así de simple.

El tiempo se va muy rápido. Hoy somos un día más viejos que ayer y nada nos garantiza que vamos a amanecer mañana, ¿verdad? ¿Por qué amargarse entonces? ¿Por qué depender de lo que dicen los demás para considerarte feliz?

Disfrutar cada momento como si fuera el último día de tu vida... eso tiene más sentido.

¿Hace cuánto que no ríes a carcajadas? ¿Que no disfrutas el maravillos aroma de una rosa que no ha sido cortada? ¿Hay algo que siempre has querido hacer y que por falta de tiempo sigues posponiendo?

Mi propuesta es esta:

Haz tu trabajo con alegría.
Ignora a los envidiosos.
Ríe escandalosamente.
Dile a las personas que amas que las amas.
Mójate en la lluvia.
Ve la película que nunca has visto y te mueres por ver.
Ten una cita a ciegas.
Disfruta un buen café.
Conversa con esa persona especial hasta el amanecer.
Haz el amor.
Baila.
Come tu comida favorita.
Escribe un poema.
Canta al oido de alguien que te importe.
Llora.
Rompe algunas reglas.
Contempla el atardecer.
Besa hasta que te duelan los labios.
Abraza a tus amigos.
Acuéstate sobre el césped.
Emborráchate alguna vez.
Enamórate.
Ve las estrellas.
Grita (a media calle o en el estadio, da igual. Sólo házlo).
Contempla la luna.
Sé feliz.

Hazlo pronto, porque asi como este año termina, un día se terminarán tus créditos en este videojuego que llamamos vida. Y entonces si, no quiero que te arrepientas.

Y claro, ¡brindemos! Siempre hay buenas razones para brindar:

Salud por los perros
y por los salmones,
por los que en botellas plantamos canciones,
por los que reciben en algunas noches
racimos de besos, putazos y flores.

Salud por los granos,
por las espinillas
y por los zancudos que enamoran focos,
por los subeybajas, las resbaladillas,
porque las lolitas nos prefieren locos.

Salud por las que aún no llegan a casa,
salud porque pasen la noche conmigo,
salud por ElPerro que sigue matando
mis neuronas muertas con copas de vino.

Porque llegue el sol bebiendo cerveza
y bese a la luna, labios de cereza,
por los clandestinos,
por los agujeros,
por las contorsionistas
no profesionales de asientos traseros.

[...]

Salud por lo que tú ya pienses de mi,
salud esta noche y tal vez no sea cierto,
salud porque yo no vivo sin tí...
Y porque siga la fiesta después del concierto.

[Fragmento de la canción Hoy salud... mañana también, del maestro Armando Palomas, Álbum Canciones del estribo (Sobrio), 2007]

Y, pues... Ya encarrerado el ratón, chingue su madre el gato... ¡SALUD!


sábado, 26 de diciembre de 2009

Hoy me acordé de ti...



Hoy me acordé de ti.

Aún entre sueños,  percibí el aroma que dejaba tu shampoo sobre mi almohada y lo aspiré profundamente. La habitación, como en aquellos días, se encontraba impregnada de un tenue olor a rosas y manzana. ¿Recuerdas ese olor? Yo sé que si. 

Tu inconfundible abrazo por la espalda, el roce del tibio y rosado pezón en mi columna vertebral y la sensación de tus labios deslizándose suave y calidamente por mi cuello, me hicieron  estremecer.

Sentí -realmente sentí- el movimiento del colchón cuando te levantaste, oí el sonido del  roce de la tela con tu piel cuando te pusiste mi camisa y escuché el apagado ritmo de tu excitante caminar, al ser opacado por la alfombra... 

Luego abrí los ojos y no pude menos que sonreir ante tu recuerdo...

Después de tanto tiempo, mi boca ha olvidado pronunciar tu nombre y me intriga sobremanera que vengas hoy a mi memoria, tú que eres un recuerdo, un delicioso recuerdo sin duda alguna, pero sólo eso: un fantasma del pasado.

¿Por qué te apareces hoy?

Tengo rato tratando de responder esa pregunta. Ni siquiera me he levantado aún y, por un momento, la ventana entreabierta deja entrar una fresca brisa, cargada de un olor que reconozco... un suave olor, muy parecido a tu perfume...


Hoy me acordé de ti...


sábado, 19 de diciembre de 2009

Amnesia





Odio cuando se mete una canción en la cabeza y se repite una y otra vez. Lo peor es que, cuando eso sucede, es solamente una parte, sólo un par de frases las que taladran el cerebro hasta hacernos enloquecer...



Usted me cuenta que nosotros dos
fuimos amantes
y que llegamos juntos a vivir
algo importante.
Me temo que lo suyo es un error,
yo estoy desde hace tiempo sin amor
y el último que tuve fue un borrón en mi cuaderno.


Con ésta, ya van 200 veces. Sólo hoy.


¿Por qué no me han traído la medicina? Ni siquiera puedo saber qué hora es. No entiendo esa política de No relojes, No calendarios, No contacto con el mundo. Aislamiento total. Creo que me voy a volver loco...


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La chica se acercó directamente a mi mesa. La había notado observándome hacía cinco minutos desde la mesa cercana a la ventana. Hermosos y grandes ojos café de mirada dulce pero intensa. Los tacones sonaron en la duela y su excitante caminar casi me hace derramar el café.



-Hola... -Dijo con una sonrisa.
-Hola, chica, ¿Cómo estás? -Contesté en automático, sonriendo a mi vez, y dejando mi taza sobre la mesa de madera.
-Bien... No te acuerdas de mi, ¿verdad?


La miré fijamente, tratando de ubicar esa pequeña boca roja, los rizos dorados, las delicadas lineas faciales... Nada.


-¿Eh? Lo siento de veras. Pensé que venías a preguntarme alguna cosa... entonces, ¿Te conozco?
-Si... ¿En verdad no recuerdas? Fuimos novios...


Esto se vuelve cada vez más raro. ¿Quién es esta hermosa niña de cabello largo hasta los hombros, que viene a decirme éstas cosas? Creo que recordaría una mujer tan hermosa en mi vida.


-¿Estás segura, chiquilla? Eres muy bonita y es una pena no recordarte... ¿No me estarás confundiendo con alguien más?


Una mueca en su cara. Desconcierto, duda. Insistir de nuevo...


-Nada de eso. Haz un esfuerzo... Octubre, 1998, tuvimos una relación muy intensa, por decirlo de alguna manera, te deprimiste mucho cuando terminamos...
-Me vuelvo a disculpar: No sé de que me hablas.
-Mírame: ¿de qué otra manera iba a saber que te encontraría aquí, en este café, tu favorito y que estarías sentado justamente en este lugar?


Mi curiosidad acaba de despertar. Malo... muy malo.


-¿Tú eres la anónima que me deja recados en la puerta?
-Anónima no. Tengo un nombre. Tú lo conoces.


Temo decir la siguiente frase. Por su carita, puedo ver que ella está segura de lo que dice. Pero yo no la recuerdo.


-No lo conozco...
-¿Después de todo lo que vivimos? ¿De todo lo que me amaste?
-Perdona...


Me parece ver una lágrima a punto de ser derramada. Aspira profundamente y me dice:


-Me llamo...


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La gente del café ha observado todo. Me han visto hablar por diez minutos con el vacío. Murmuran. Algunos se retiran temerosos sin esperar a que el mesero les traiga el cambio.


Usted me cuenta que hasta le rogué
que no se fuera
y que su adiós dejó a mi corazón
sin primavera.
Que anduve por ahi, de bar en bar,
llorando, sin podérmela olvidar,
gastándome la piel en recordar
su juramento...


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Unos hombres vestidos de blanco me piden que los acompañe. Son tres y sonríen. Hoy todo el mundo sonríe conmigo. Que amables.


Yo les sigo sin objeción. Hace mucho tiempo que me cansé de luchar, así que solamente me dejo llevar.


Me han dejado en esta habitación de 4 metros por 3.5. Al centro una cama y a un lado una mesa de noche... Curioso... nunca había visto paredes acojinadas en una recámara. Todo es blanco aquí.


Pero este silencio no me hace bien. Esa maldita canción se repite y se repite. Por lo menos allá afuera, con el ruido de la calle, podía ignorarla un poco, pero aquí...


Perdón, no la quisiera lastimar,
tal vez lo que me cuenta sea verdad.
Lamento contrariarla pero yo
no la recuerdo.


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Siento la cabeza a punto de estallar. ¿Hace cuantas horas que no tomo la medicina? Ojalá me permitieran tener un reloj. Ni siquiera sé cuanto tiempo he estado aqui. ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? Necesito la medicina. Tiene un sabor dulce, ¿saben? y cuando estoy así, adormecido por el efecto del prozac, el volumen baja un poco, las voces se oyen al menos más lejanas...

No soporto más, ¿Cómo hacer que callen?

¡Ya sé! ¡La ventana! ¡La ventana!


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Silencio al fin...





miércoles, 16 de diciembre de 2009

Bebida


"El día que cuentes algo en serio, nadie te va a creer..."
Dicho a Borracho por la amiga de Borracho, a las 4 de la mañana, después de la última caguama...






Me dijeron que viniera sólo, que no era necesario que nadie me acompañara.

Me detengo lo suficiente para que se abra la puerta automática y avanzo con algo de temor. Ni siquiera sé a dónde me debo dirigir. Una chica vestida de blanco me indica un corredor y me dice "la puerta de cristal de la izquierda..."

-¿Nombre?
-Borracho Bravo.
-¿Edad?
-Vfgiosrh y dos...
-¿Ocupación?
-Profesor y borracho profesional.
-¿Teléfono?
-3 2 666 666...
-Puedes pasar...
-Gracias.

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-Adelante. Buenas tardes. Tome asiento por favor.
-Gracias.
-Tendrá que firmar este documento...
-[¿Firmar? ¡Vértebra! Ahora si ya me dio miedo en serio] Muy bien doctora...
-Lea cuidadosamente por favor
-A ver... "1. Una vez tomado el tratamiento mantenerse aislado por 5 días, procurando no estar a una distancia menor de un metro y medio de cualquier persona, especialmente mujeres embarazadas y niños menores de 10 años, 2. Dormir solo en una cam, 3. Tomar los alimentos en trastos deshechables, 4. Beber de 2 a 3 litros de agua al día, 5. Procurar..." Chale... Listo. Ya firmé.
-¿Alguna pregunta?
-Sólo una, doctora: ¿Puedo chupar chela?
-Te recomiendo no tomar nada de alcohol en los 5 días de aislamiento...
-Mmm... Ni modo.
-Dentro de este contenedor de plomo se encuentra la sustancia que vas a tomar. Quitas la tapa sin girarla y con cuidado porque es muy pesada. Sacas el recipiente de cristal usando el hilo que tiene alrededor y abres la ampolleta. Te tomas todo el contenido sin dejar una sola gota, ya que, aún en la última gota hay energía y no queremos que se desperdicie. Una vez que termines, tapas el recipiente de plomo y te puedes retirar, procurando llegar lo mas pronto posible al lugar donde te vas a aislar. De preferencia no uses transporte público. Procura tomar agua para que si algo de la sustancia quedó entre dientes, lengua y muelas se aproveche.

Así que tomo en mis manos un pesadísimo recipiente de plomo pintado de amarillo, con un logo rojo circular que recuerdo haber visto en los capitulos de los Simpsons. Quito la pesada tapa, jalo el hilo y me bebo el contenido... ¿Por qué no hay aqui cerca una araña que me muerda y se combine con esta sustancia radiactiva para darme super poderes?  Mmm... creo que debo dejar los comics... Es gracioso que la doctora esté de pie a 7 metros de mi, mientras yo realizo el proceso. Tal vez si sea peligrosa esta cosa... Listo. Gracias.

-Hasta luego señor Bravo [sin acercarse, ni moverse de lugar. Diablos]

Esta es la bebida más exótica que he probado en todo el año... Nadie me va a creer. Lo bueno de esto es que voy a tener tiempo de escribir una o dos cosas en el blog. Total, ¿qué más podría hacer durante cinco días de encierro obligado?

Ah por cierto, ustedes que siguen en el mundo exterior, háganme un favor y ¡tómense unas frías por mi!

¡Salud!




sábado, 12 de diciembre de 2009

Servilleta


Llegando al bar, me siento en el banquito de siempre, para, desde la barra, alcanzar a dominar el panorama.

Es decir, es un lugar estratégico donde alcanzo a ver quien entra, distingo perfectamente a las chicas que se levantan al baño y, lo más importante, desde aqui puedo pedir mi bebida al barman sin tener que esperar al mesero.



Me llama la atención una servilleta de papel doblada de manera triangular, con un dibujo a tinta azul en una esquina: es una rosa. Una rosa de tinta azul.



Me gana la curiosidad y desdoblo la servilletita. Tiene un mensaje escrito, que me imagino fue redactado en el más álgido momento de la borrachera por mi antecesor en la barra del bar.



Dice así:



Gwendolyne:




A mi también me hace falta tener a alguien como tú cerca en este momento... Te necesito...


R.


Podría pensarse que el mensaje nunca llegará a su destino, pero yo mismo lo he hecho: mensajes que no se mandan, cartas que no se envían, pero que sirven para liberar el alma, para sentir que la presión cede un poco...

Ja... Cosas de borrachos, tal vez...


¡Salud!

jueves, 3 de diciembre de 2009

Aviso importante




Antes de dar por terminada la sesión mensual de la Asociación de Hombres Unidos Enemigos de las Viejas Opresoras [AHUEVO, por sus siglas en inglés], quisiera ceder la palabra y llamar a este estrado al compañero ElCoria, quién tiene información muy importante que compartir con todos nosotros.






Compañeros miembros, siéntense un momento... Procuraré ser breve.


Nos encontramos aquí reunidos para advertirles de una  ¡Nueva modalidad de Violación!


Así es compañeros,cuando salgan a un bar o a la calle, la recomendación es estar muy alerta, sobre todo, cuando reciban una bebida de parte de alguna mujer.


Se sabe que existe una nueva droga llamada cerveza (también conocida como fría, beer, birria, chela, cebada, cheve, etc.), y su presentación es liquida.


Generalmente, viene en un recipiente de vidrio color ámbar, aunque también se han encontrado en envases traslucidos, así como en recipientes cilíndricos de aluminio, comúnmente llamadas 'latas' (se sabe además que se han observado contenedores enormes llamados barriles).




Las variedades más efectivas de esta droga se producen en países como  México, Guatemala y Alemania.




La'chela' es utilizada por mujeres maniático-sexuales-pervertidoras durante ciertas reuniones para 'forzar' a sus víctimas -generalmente varones- a que tengan sexo con ellas.




Las estadísticas son realmente aterradoras y demuestran que la 'chela' se puede adquirir casi en cualquier lugar.


Todo lo que una mujer, con malvadas y perversas intenciones, tiene que hacer es comprar unos dos o tres six-pack, dos o tres litros, o su equivalente, y obsequiárselas a cualquier hombre y, luego de esto, simplemente pedirle al al descuidado hombre en cuestión, que la acompañe a su departamento con el pretexto de  no regresar solas.




Pero sus secretas y maléficas intenciones son solamente tener sexo sin compromiso.


Como consecuencia de ello podemos llegar a perder nuestra Dignidad Masculina, nuestra Virginidad, y, lo peor de todo, dejarles lo mas sagrado que tenemos nosotros los varones, la semilla de la vida que tanto atesoramos y que preferimos guardar para un compromiso mas serio...




Se ha demostrado científicamente por laboratorios especializados en todo el orbe, que los hombres somos prácticamente indefensos contra este tipo de ataques, principalmente en fines de semana ya que nos endulzan la mirada y el paladar con esa exótica y exquisita bebida.




Por favor compañeros, ¡tengan cuidado! y circulen esta información con otros indefensos miembros de la asociación que estén en situación vulnerable 




Tú vales mucho  y mereces respeto, cuìdate a ti mismo...

¡Mujeres, las hemos descubierto!




Atentamente:




la honorable ASOCIACIÓN DE HOMBRES UNIDOS ENEMIGOS DE LAS VIEJAS OPRESORAS.












viernes, 20 de noviembre de 2009

Ah, pos si...


Hoy es 20 de Noviembre y no se me ocurre nada ligeramente ingenioso para escribir... Creo que he perdido la magia. ¿O será el montón de cosas pendientes de las cuales debería estar ocupándome en lugar de hacerme tarugo en el blog?


Busco, busco, busco... pero no encuentro aportación alguna por parte de las pocas neuronas intactas que ha dejado el alcohol...


En estos casos, siempre me ayudan los libros. ¿Cuál? Dejémoslo al azar: el primero que salga del estante.


Es un libro corrientito, de esos que uno compra cuando estudiante a 5, 10 o, máximo 20 pesos y que resultan, a final de cuentas, ser una muy buena inversión. Delgadito, pobre, sin ediciones de lujo e impreso en papel de la más baja calidad. Se llama Poemas de Amor y, en la página 35, viene uno en particular que me hace reir mucho.


Recuerden es 20 de Noviembre y soy mexicano, así que procuren darle una entonación Revolucionaria cuando lo lean...


-¿Pos por qué me pega Juan?
No sea ansina majadero,
no me jale de las greñas,
ni me pegue en el celebro
pos con los golpes me atonta;
yo no me explico su genio.


¿No me lo traigo aliñao?
¿Ese uniforme tan viejo
a fuerza de remendarlo
no se lo he dejado nuevo
que parece gabardina?


-Si vieja, todo es cierto.
-Entonces, ¿por qué es malhora?
Cuando se encontraba enfermo
dizque de fiebre amarilla,
dispués del vómito negro
y aluego del otro mal
de un color que no recuerdo,
¿no le di todas las noches
su friega del lilimento
y aluego le di calor
con el calor de mi cuerpo?


-Si, vieja, todo es verdad.
-Pues si es verdad no comprendo
el por qué me marteriza...
¿No le doy sus alimentos
que yo misma le preparo?
Y cuando alcanzan los fierros
y a los frijoles de la olla 
la manteca les aumento
¿no se los sirvo refritos
con sus adornos de queso?


-Si, vieja.
-Pos allí está,
y si en todos los terrenos
le cumplo, ¿por qué me pega?
-Por su mal comportamiento
porque dentro del cuartel
todos saben sus secretos
y conocen sus lunares
y otras prendas del cuerpo
ya sabe por qué le pego:
le pego por disuluta...
-¡Canijo! ¡No había pensado!
¡Sólo que sea por eso! 






Tiene lógica, ¿no? Jajaja... ¡Salud!




sábado, 14 de noviembre de 2009

Enfermo

-¿Sabes? Tengo muchas ganas de abrazar a una chica de esas de apariencia anoréxico-bulímica y darle sus buenos besos...
-Enfermo...
-Si... ¡Necrófilo!

sábado, 7 de noviembre de 2009

Odio los antros


-Señor Juez, que quede asentado en el acta, que, de manera oficial y definitiva: Odio los pinches antros.

La primera vez que fui, se llamaban discotecas. En ese tiempo tenía, creo, unos 16 años y, la verdad, nunca me pareció la gran cosa. Pero ahora que volví a pararme en un lugar de esos, lo puedo confirmar: odio esas madres.
Lo primero que es como una patada en las bolas es el mastodonte que suele estar en la entrada, pinche Charly el cadenero (que no sé si sea requisito llamarse asi para aspirar al puesto), al cuál ni conoces, pero le hablas como si fuera tu super cuate, nomás para que te deje entrar antes que las viejas buenonas que llegaron después que tú (lo cual, no te engañes, no sucederá... Y, ¿no se llama eso discriminación?)

Luego el escándalo. No entiendes ni madres de lo que te dicen los que están contigo... o la chava con la que quieres ligar. No se oye nada. Y a veces, la música ni siquiera es tan buena.

-¡Hola!
-¿Qué?
-¡Hola! ¿Cómo estás?
-¿Qué?
-¿Cómo te llamas?
-¿Qué?
-¿Que cómo te llamas? ¿Vienes sola?
-¿Qué?
-Que eres una pinche zorra...
-Si... no inventes, está genial, ¡me encanta esta rola!
-¿...?


Luego los precios... ¡Es carísimo! con lo que cuesta una botella de tequila o de brandy de marca regular, me pondría briago cuatro veces en el bar. El mesero no te lleva una carta, por lo tanto, no puedes estar seguro de que los costos que él te dice sean los verdaderos. Insisto, cuatro veces pedo en el bar, con el mismo presupuesto, eso sin contar, lo agradable del ambiente, el poder platicar con tu compañera o poder disfrutar la música a un volumen más decente, o, al menos, no tan indecente.


¿Y el servicio? ¿Y el servicio? Otro punto para el bar. Aparte de que ya soy cliente, jejeje... pero, aún así, el servicio es mucho mejor...


Todo esto me viene a la mente mientras espero que el maldito mesero regrese con el cambio. Ya me quiero ir... pero estoy disfrutando del paisaje.

Válgame el señor... creo que esto es lo único que vale la pena en los antros: ¡que hermosura de mujeres! ¡Wao!

-Oye, me disculpo por irme tan temprano, pero tengo algunas cosas que hacer todavía. No se te olvide pedir la botella de tequila de 375 ml que viene de promoción con la que compramos, pero dice el mesero que la tenemos que pedir hasta el final (pinche mesero...)
-Ok, pero esa mejor nos la tomamos tú y yo... solos.
-[Ups, eso no me lo esperaba] Claro, corazón... cuando tú quieras.

Parece que a final de cuentas, no estuvo tan mal... Ya no los odio tanto.


PD. Lo que si odio es el brandy... demasiado dulce para mis gustos...
¡Salud!

domingo, 1 de noviembre de 2009

Día de muertos



Tengo, en primera instancia, la maravillosa fortuna de haber nacido mexicano. En segundo lugar, y siguiendo con las circunstancias afortunadas, nací en un estado bastante alejado de la frontera con Estados Unidos. Me imagino que es por esa razón por lo que aquí aún se conservan varias tradiciones populares propias de la región y no tengo que soportar a las hordas de mocosos disfrazados de algún monstruo chafa de película gabacha.

Tal vez me quieran tachar de intolerante -otra vez-, pero, si con los poquitos que hay en la calle me dan ganas de darles una patada en el trasero para que se dejen de pendejadas, imagínense si viviera cerca de la frontera.

Claro que no hay que culpar a los escuincles, sino a las madres de los mismos, que son las que los disfrazan y les inculcan esas cosas en lugar de ponerlos a leer o fomentar la cultura, la verdadera y vasta cultura que hay en este país.

Como botón de muestra, en mi país, México, se cree que este día las personas que han fallecido y habitan el otro mundo, tienen permiso de venir a visitar a sus familiares. Sólo hoy.


¿No es interesante? Pensar que un día al año y después de un largo viaje (no hay vuelos directos)aquellas personas que han muerto vendrán a comer contigo, se sentarán a tu mesa y que necesitan ser guiados, tener una luz que les indique el camino...

También es importante tener su vaso con agua, para que puedan refrescarse después de la travesía, su comida favorita, su jarrito de pulque o de cualquier licor de la preferencia del difunto, para que recuerde los placeres mundanos, de los que se ha privado todo un año... ¡Ah!

Amo nuestras tradiciones.

Y amo también el sentido del humor -el verdadero sentido del humor- con el cual tomamos todas las cosas... incluso la muerte.

Hablando del tema, me late esta rola...



Necrofilia Enamorada


Tumbaré tu tumba con un martillo

y sacaré la tierra de tu agujero.

Pa' esta vez, yo también seré el primero

que se coma a besos tu podrido corazón.

Y quitaré el deshilachado vestido,

blanco, como la luna en el cementerio.

Y ahora estoy a tu lado aqui bebiendo

con una botella que va a dejar de existir.

Limpiaré tus orejas con mis manos,

y lavaré tu ombligo con mi saliva,

y quitaré de tu cara los gusanos,

y trataré de pensar que tú estás viva.

Y mirar esos ojos tan cerrados,

y besar tu boquita tan hinchada,

y morder esa lengua descarnada,

y llevarte serenata al cementerio:

necrofilia enamorada.

Peinaré tu cabeza despeinada,

te cantaré una canción en el oído... si...

y pondré tus manos sobre mi espalda

pa' que sepas que, sin ti, estoy tan frío.

Y tumbaré tu tumba con un martillo,

y sacaré la tierra de tu agujero,

pa' esta vez yo también seré el primero

que se coma a besos

tu podrido corazón.


Y que nos entierren juntos... en la misma tumba.

[Armando Palomas. Llamadas Perdidas. 2007]

¡Salud!