En vista de que ya he empezado a revelar ese oscuro acontecimiento de mi vida, no me queda más remedio que seguir contando lo que sucedió aquél aciago día.
Después que nuestras novias nos convencieron (con engaños), de ser partícipes de tan aberrante situación, nos vimos obligados a seguir con la farsa, incluyendo la toma de medidas de los trajes y los ensayos del baile extra. Al final, si fue una rola de NSYNC que se llama it's gonna be me. Les dejo el video para que ustedes se imaginen la coreografía que era practicamente la misma, aunque con nuestro propio estilo (si así se puede llamar), ritmo y carencia de coordinación.
Como ya saben, desde un principio no estuve de acuerdo en participar, por lo que mi falta de entusiasmo era muy notoria. Y eso que aún no sabía que sería peor el día del evento.
Fui a misa porque me obligaron mi suegra y mi novia y, la verdad, lo único que quería era que ese día llegara a su fin. La fiesta fue de lo más "normal" y ordinaria. Y que llega el momento... Maldito momento. Primero el vals. Y luego, el baile extra. Todos listos en su posición. Pasito de brinquito. Contando: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8... Y otra vez. Pasito maricón de títere desmayado... Hombro izquierdo, hombro derecho, vuelta de mayatón con las palmas hacia arriba. Pies juntos. Y luego todo lo demás...
No necesito decir que todo ese día fue un martirio, ¿verdad? Y que fue peor tener que bailar frente a toda la gente. Pero el destino traidor nos tenía preparada una mala pasada más:
Suegra: Que bonito les salió muchachos...
Borracho: (Para mi mismo) [Que bueno que ya se acabó]¿Usted cree? Que bien. Gracias.
S: Pero como los mensos del salón no encendieron las luces no se vio nada en la cámara, lo van a tener que repetir.
B: [Pinche destino tan cruel] Tal vez si salió señora, que se fijen bien nada más...
S: No. No salió. Así que todos en su posición. Ya fueron a decir en la cabina que volvieran a poner la música.
B: [No sé quien sufrirá más. La gente que se va a chutar el pinche bailecito otra vez, o nosotros] Si se va a repetir que sea de una vez... ¡Por favor!
Otra vez el baile...
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[Dos horas después]
Borracho: ¿Qué onda pinche Omar? ¿Por qué esa cara de angustia? Total, ya pasó...
Omar: Mi vieja, wey... Anda con otro cabrón y a mi ni me pela.
B: [¿Con otro? Yo la ví como con cinco diferentes] Que mal pedo carnal. Pinche Nayeli...
O: No le digas pinche, we...
B: Mmm... Ok..
Desde entonces, cada que tengo un día de la fregada, me acuerdo del Omar y pienso: "¡Podría estar más jodido!"
¡Jajaja!
¡Salud por el Omar!