domingo, 26 de julio de 2009

Un beso

La fiesta no terminaba aún. De cualquier manera, ya habían decidido salir del lugar. Comenzaba a hacerse tarde. Se despidieron de los amigos de Él. Las amigas de Ella hacía un rato que se habían retirado. El ambiente de la fiesta era demasiado vulgar para ellas... Además, no bebían cerveza.

Todavía bailaron una pieza más, embriagados del placer de estar juntos tantas horas ese día... y de caguamas... ¿Cuántas? ¿Quién lo sabe?

Se tomaron de la mano y comenzaron a andar rumbo a la casa de Ella, con la esperanza de que la borrachera desapareciera en los 20 minutos que durarían de camino. Todavía se dieron tiempo de dibujar un corazón con las iniciales de ambos en el cemento fresco de una banqueta recién colocada.

Llovía...

Quedaron frente a frente por un momento. Los enormes ojos de Ella parecían más resplandecientes a esa hora de la tarde. Él, sonrío como siempre lo hacía, antes de rozar con los suyos aquellos labios cálidos. Ella respondió a la caricia cerrando los ojos.

La ciudad pareció detenerse. Nada escuchaban. Nada existía. Sólo ellos dos. Un beso puede lograr que la percepción del tiempo cambie. Y un beso bajo la lluvia es algo especial que raya en lo mágico...

Ambos sentían el cuerpo empapado del otro y, sin embargo, no tenían frío. La lluvia de esa tarde era una excelente aliada. No había testigos del abrazo. Sus besos sabían a lluvia. A lluvia tibia.

Ella lo abrazó con más fuerza y Él pudo sentir sus formas femeninas bajo la blusa. La sensación de calidez crecía. Él, deslizo sus mano derecha por su espalda, hasta sentir con sus dedos fríos, sus bien formadas nalgas debajo de los jeans negros.
Ella se estremeció y lo acarició también, descaradamente y sin reservas, conciente de la ausencia de curiosos. Su cuerpo olía a rosas y manzana...

El beso siguió durante mucho tiempo más. El aroma a tierra mojada lo volvía aún más delicioso. Durante el beso no pensaban más que en el otro...
¿Pensar está bien empleado en este caso? No lo sé...

-Ya oscureció -Dijo Ella.
-Lo sé... -Contestó Él en un susurro.
-¿Hace mucho que dejó de llover?
-Dejó de llover dos veces, de hecho. La última, hace casi una hora.
-Con razón...
-Con razón... ¿qué?
-Con razón ya estamos secos... -Y lo besó otra vez...



9 comentarios:

  1. Mmmm... Si... a mi también me encantó...

    Y nomás de acordarme se me vuelve a antojar


    Mmmm...

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  2. experiencia propia??????
    sw3ety

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  3. jajaja parece churronvela, y suena a que te paso eso

    saludos!

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  4. Excelente, muy buena experiencia, que inspira

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  5. MMMM KE RICO AUNQUE SIEMPRE ES MEJOR LO VIVIDO QUE LO CONTADO ASI QUE ME LO IMAGINO JAJAJAJA ESO ES LINDO YO SI TE CONTARA LAS MIAS ESTARIAN EL A SONA XXXXXXXX POR QUE 3 NO ALCANZAN JAJAJA NO ES CIERTO TU SABES QUE YO NO SOY ASI :)
    SW3ETY

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  6. Bueno, se pueden hacer muchas cosas bajo la lluvia, lo importante es que te guste y que te guster repetirlo jeje ;)

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