No falta. En cualquier grupo social -ya sea en la escuela, en el trabajo o en el círculo de conocidos-, encontrarás, de manera inevitable a un tipo así.
No hay una descripción física estándar. Estatura promedio, aspecto intrascendente, tal vez principios de alopecia... Pero esos vatos son inconfundibles.
Algunos simplemente les llaman los higaditos del grupo. Si. Esos que se sienten hechos a mano y que creen que humillar a los demás es un deporte nacional. Esos que se sienten altos, guapos, atléticos y, lo que es peor, graciosos.
Es muy posible que el sujeto en cuestión tenga una broma estúpida que repita una y otra vez. Como un chiste pendejo de gangosos o algo físico como zapear al desprevenido o apretar la clavícula cuando te encuetras descuidado causando bastante dolor y, cada vez que lo hace, suelta alguna preguntita estúpida como ¿a poco te dolió wey?
El ente que estoy intentando describir se ríe como imbécil, creyéndose el comediante del momento. Es por demás decir que dichos esperpentos practicamente siempre andan solos -a menos que traigan una super nave, en cuyo caso, probablemente sean escoltados por una o dos interesadillas-, por una sencilla razón: nadie los soporta.
Recuerdo cuando estaba en la prepa. Había un cabrón en particular que me caía como patada en los tanates. Y el sentimiento era generalizado. El típico pendejete que hace comentarios como No mames, ¿este es tu cuarto? el mío es el doble de grande.
Creo que solo dos amigos y yo soportábamos al pobre infeliz. Y con todo y eso, se sentía un galanazo: la última Coca-Cola del desierto.
Después de un cerrado debate y el recuento de votos casilla por casilla, se ganó a pulso el sobrenombre que lo seguirá hasta el fín de sus días: El Estupidín.
Era divertido, porque el nunca se dio por enterado.
Recuerdo que por las mañanas -entrábamos a las siete de la madrugada-, apartaba su lugar con su libreta en los primeros asientos y, de manera invariable, compañero que llegaba, recorría su cuaderno una banca hacía atrás, o, de plano, lo aventaban hasta la última banca... o al piso.
La cuestión es, ¿cómo es posible que alguien en su juicio se casara con él?
Siguiente pregunta: ¿Cómo chingaos fue a suceder que uno de mis mejores amigos lo hizo su compadre?
Creo que eso solo se explicaría por la amistad entre la esposa de mi cuate y la del Estupidín.
Solo espero que la chava esté bien y no haya terminado suicidándose a causa de la desesperación.
Ah, por cierto, todo esto viene a raiz de que estaba yo sacando una rolita de Botellita de Jerez en la lira, y no pude evitar el comparativo con aquel güey, del cual, por razones obvias, me reservo su identidad.
Juzguen ustedes mismos:
Es más, ni siquiera les voy a decir que se apellida Betancourt...
Jajaja...
¡Salud!
Dicen que lo que no has de poder ver, tu amigo lo ha de tener ... :s
ResponderEliminarjajaja SIN COMENTARIOS YO CONOZCO POR MONTONES Y HASTA LES DOY CLASES PERO ESTOY NI VOLVIENDO A NACER SE LE QUITA LO PE...ESTUPIDO... PERO NO PUEDES NEGAR QUE EL DIA NO SERIA DIA SI NO EXISTIERA UNA PERSONA ASI EN TU VIDA PERO EN FIN POR LO MENOS TIENES ALGO DE QUE PLATICAR Y ALGO DE QUE ESCRIBIR ASI QUE VIVAN LOS ESTUPIDOS POR QUE CON GENTE COMO ESA TE DAS CUENTA DE QUE LA LOCURA ES MEJOR :)
ResponderEliminargwen
SWE3TY.....
japi berdei tu lluuu... ♫
ResponderEliminarjapi berdei tu llu, japi berdei dirr borracho, japiiii beeerdei tuuu lluuuu...
feliz cumpleaños uno de "desde la barra por borracho" :) esperamos que tenga muchos más y nos siga entreteniendo, ilustrando y divirtiendo ^^
felicidades!!!
jajaja, vaya que si fue, es y sera insoportable, porque eso es algo con lo que nacio.
ResponderEliminar¿envidia?
ResponderEliminarJajaja...
ResponderEliminarPobre Estupidín nadie lo quiere :(
seee, en todos lados hay y siempre los sobran... pero de todo hay en la viña del señor, por lo tanto siempre habrá alguien que se junte con ellos! (yo no) jijijijiji
ResponderEliminarups, perros con perras , gatos con gatas, osos con osas ...
ResponderEliminarestupidines con...