Años habían pasado desde la última vez.
-No recordaba lo bien que su tierna boca se amolda al contorno de mis labios. Tampoco imaginaba que su frágil cuerpo volvería a temblar entre mis brazos, justo como en aquellos días.
Eso era lo que pensaba él, mientras se fundían en un cálido beso, anhelado hasta la desesperación.
-¿Puedes sentir que mi cuerpo aún recuerda cómo estremecerse de placer cuando me besas así? -pensó ella, pero tampoco dijo nada.
Ninguno de los dos abrió los ojos, pretendiendo que, de esa manera, nadie los vería y que ésas caricias que hacían latir sus corazones con tanta fuerza, serían invisibles para el resto de la gente.
En especial, a los ojos de la mujer de él y del marido de ella.
Tsss... Suele pasar =/
ResponderEliminarU_U kika
¿Qué es lo que suele pasar?
EliminarPero la verdad es que no es invisible para nadie... Lo que sienten el uno por el otro está a la vista de todos.
ResponderEliminarCierto.
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