sábado, 14 de marzo de 2009

Los perros de Pavlov


Se ha dicho que la música puede influir en el comportamiento de las personas. Me imagino que eso tiene que ver con lo que el tipo de música y con lo que estaba sucediendo la primera vez que escuchamos alguna canción en particular.

Piensen por ejemplo en esas canciones que les hacen evocar personas, lugares, comidas... o bebidas.

A mi, por ejemplo, me pasa algo muy extraño (ajá) cuando escucho la música de un tal Armando Palomas http://www.armandopalomas.com.mx/ : sus canciones no suenan igual sin la refrescante compañía de una bebida de cebada -una chela, pues.-

Ayer, Viernes, fui a escucharlo en vivo al León de Mecenas, y, desde los primeros acordes, tuve la necesidad de refrescar la garganta "Besos que no mueren, besos que me matan, besos de esos besos que a los curas espantan. Los besos que no has quemado... son los que a mi me faltan."

Debo admitir que me irritó la tardanza de mi pedido, como el mismo Palomas lo dice: "Mi cuerpo pedía veneno."

Cuando por fin llegó la morena en cuestión -la cerveza, no la mesera- el barecito ya retumbaba con las voces de los otros briagos como yo, cantando a voz en cuello: "Cuando dobles la esquina, por favor, no grites mi nombre. No te vayan a patear el culo, murmure la gente. Pues no hay nada mejor en la vida que ver las gaviotas que cantan la canción del poema de un viejo indecente." (Servidor).

Creo que luego perdí la cuenta... asi que digamos que sólo una me tomé. "Derramé el trago en la mesa por estar pensando en ella..." Idiota. "Esas se dan una cuarta mas abajo del ombligo."

Ya ven que cuando uno anda bacante, le da por filosofar y recordé a los perros de Pavlov. Si. Los del experimento ese. Cuando Pavlov les hacía sonar una campana antes de darles de comer y, los condicionó de manera tal, que cuando escuchaban la mencionada campanita, comenzaban a salivar, asi fuera su hora de las croquetas o no: Estímulo-Respuesta.

Pues bien, me vi a mi mismo como uno de ellos, las rolas del Palomas como Estímulo, el antojo de cheve como Respuesta... involuntaria, claro está. Uno no controla el subconsciente. ¿O si? Me declaro inocente.

Ah, por cierto... "Hoy recordé que a tu ombligo le hablaba de Usted, que para mi era prohibido tocarle el timbre al botón. Hoy me encontré una luz de neón en tu brassier, en medio del Boulevard Wonder Bra tropecé con un broche... desabrochado."

Por eso, hoy, con más ganas... ¡Salud!

"Y que suene la guitarra... que suene toda la noche..."


2 comentarios:

  1. Je... lo mismo dije yo!Pero eso no fue lo malo, sino la cruda del otro día. En especial porque habia que trabajar a las 8 de la madrugada...

    Pero que ricas morenas!! :P

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