miércoles, 22 de abril de 2009

Sueños


-¿Qué hora es?

-No tengo la más remota idea. Pero ha comenzado a salir el sol.

-Soñé que nos besábamos toda la noche.

-No fue un sueño. Justo ahora, seguimos besándonos.

-Tal vez por eso me siento cansada.

-Es Natural. Esta noche hemos recorrido los hemisferios de sur a norte, cruzando el ecuador varias veces. Escalamos las altas cumbres y exploramos las frescas planicies.

-Tuve frío por un momento...

-Recuerda cuantas veces tocamos los polos, la blanca nieve derretida al calor de mis manos. La Aurora Boreal que iluminó mi espalda hace dos horas... El explosivo abrazo en que nos fundimos. El frío pasará de largo. Ni siquiera hará el intento por abrir esa pequeña puerta de madera... Aqui estamos a salvo.

-¿Sabes? Odio que siempre tengas razón.

-No la tengo. Simplemente he vivido dos siglos más que tú, eso me da ventaja...

-Qué grande eres. Un sólo brazo tuyo me protege del frío, de la tormenta y de mi miedo a las arañas.

-No quiero despertar.

-No lo hagas. Sigue dormido. Yo vestiré tu piel por un momento. Voy afuera. Quiero ver ese lago con tus ojos, quiero respirar esta brisa con tu olfato. Sentir como me envuelve tu calor mientras tú sueñas conmigo.

-No quiero un mal sueño. No quiero soñar que tu sonrisa se adelgaza hasta desaparecer. Tú eres tu sonrisa. Ven... Deja mi piel en algún lado. Abrázame. Permanece conmigo así... Sólo cinco eternidades más.

-Bésame...



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