martes, 28 de diciembre de 2010

Acosador



La falta de cuidado que he tenido hacia mi persona en los últimos días, terminó por hacer mella en mi salud. Tanto tequila, tanto cantar en las fogatas acompañado por la guitarra sin abrigarme adecuadamente, me ha ocasionado una tos terrible.

Anoche me fue muy difícil dormir. Cada que tenía la necesidad de toser sentía como si algo dentro de mi pecho se desgarrara. Por eso estoy aquí, en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Hace rato que salí de la consulta con el médico y me dio una receta que debo surtir en la farmacia. Sin embargo, la fila es larguísima y casi no avanza. Han sido los quince minutos más largos y tediosos de toda mi existencia...

De repente, surge ella ante mis ojos, resplandeciente, enfundada en su impecable uniforme blanco.

Lo que primero llamó mi atención fueron las bien formadas piernas. Nada mejor que una chica con piernas hermosas.

Sonrío al darme cuenta que estar en esta fila ya no será tan malo y mucho menos aburrido. Al meter la mano dentro de los bolsillos de la chamarra siento el celular y mi alegría no tiene límites. Un celular con cámara, maravilloso invento contemporáneo que en estos momentos me será de invaluable utilidad. Fantástico.

Pero, ¿cómo tomar una fotografía de una chica hermosa sin que ella se de cuenta? Más aún, ¿cómo tomar dicha fotografía sin que las demás personas en la fila se percaten de lo que estoy haciendo?

Es bastante difícil enfocar si no puedes ver a dónde está apuntando la cámara, de cualquier manera la primer foto no es tan mala. No pude centrar bien a la chica y sale un poco a la derecha, pero haré más intentos. Muchos más.



Las dos siguientes fotografías las tomo una inmediatamente después de la otra, con el celular pegado a mi abdomen y mirando hacia el lado opuesto, con el afán de disimular.




Es obvio que no podré tomar fotos tan frecuentemente como lo desearía o podría delatarme, así que espero pacientemente en la fila. Ahora tengo una motivación.



Estoy justo frente a la hermosa chica. Para nadie es un secreto la fascinación que tengo por las mujeres de piel morena y no desaprovecharé esta oportunidad para obtener más fotografías de ella.

Al ver la foto, siento la necesidad de captar una imagen más nítida de su rostro e intento variar el zoom de la cámara del celular para lograrlo. Sin embargo, como ya lo mencioné antes, poder siquiera lograr que la chica quede dentro de foco se vuelve un enorme reto cuando no puedes ver qué estás fotografiando.






Si no fuera este triste remedo de mi mismo, iría justo ahora a preguntarle su nombre. Pero así como estoy, acatarrado, afónico, desvelado y totalmente demacrado... No. No me atrevo.



Por ahora lo único que puedo hacer es disimular, tomar fotos sin flash y con los sonidos del celular desactivados, para que nadie sepa lo que hago.

Seguramente alguien debe conocerla. Si alguno de mis tres lectores sabe quien es ella, díganme su nombre... es todo lo que pido.





¡Salud!

7 comentarios:

  1. Me das miedo :S
    ¿cuántas veces me has acosado?
    jajaja

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  2. Es muy simple, vuelve al hospital sólo para verla y le preguntas su nombre Se te acaban las ideas?...No lo creo...

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  3. He vuelto varias veces y no he podido encontrarla...

    ¿Más ideas?

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  4. mi estimadisimo; ora si haciendole al ufo; y seguro llegando a la intimidad misma de tu sanitario hiciste lo que tenias que hacer para mitigar ese catarro!!!! verdad ?? TE SONASTE LOS MOCASINES AJAJAJAJA JAJAJAJJA CHE ENFERMAZO. Ya serio Smith pos plantate en el seguroi y pregunta pregunta alguien deve saber donde anda ese angel con piel canela que te llega a desesperar jajajajaja ese consejo te doy por que el chilambre vengador soy!!! jejeje muchachito

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  5. Jajaja...

    Buen consejo mi estimado Shaggyberto, creo que espiaré, y espiaré y su casita derribaré...

    Cuando la encuentre, claro...

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  6. HOla Rich, ya somos 4 lectores

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  7. Es muy bueno saber que la familia lectora va creciendo, mi querida Marinela.

    Saludos.

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