-¿Qué es esto?
-Mi corazón.
-No sabía que los corazones fueran de cristal.
-Pues lo son.
-No puedo aceptarlo.
-¿Por qué no?
Mira mis manos: Son torpes... burdas manos de obrero. No sabría como cuidarlo. Es muy frágil y lo puedo romper. No sé como cuidar un corazón de cristal.
-Lo siento, pero no es tu decisión sino la mía. Yo decidí entregártelo y nada puedes hacer para cambiar eso. Tal vez lo rompas, pero asumo el riesgo...
-¿Y cómo vivirás sin corazón?
-¿Y cómo viviría sin ti?
"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a
ResponderEliminarcambio. De ahí quedaron los huecos.
Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día, quizás, regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."
Fragmento de "El corazón más hermoso".
En realidad es cierto, la decisión de amar es de cada persona, es voluntario. Así, alguien ya se arriesgó, y confronta a la otra persona preguntanto ¿Te atreves o no te atreves?
Es lo bueno de ese tipo de confrontaciones, de hablar las cosas de frente...
ResponderEliminarSobre advertencia no hay engaño.
ah (suspiro)!
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