domingo, 31 de octubre de 2010

Rebecca. Parte IV



-Te amo -dijo la embelesante voz.
-Y yo a ti -Respondió él.
-Demuéstralo.
-¿Cómo?
-Ven conmigo.
-Ni siquiera sé a dónde es eso. No hay boletos de autobús, no hay una ruta. ¿Por qué me pides eso?
-Porque no podría vivir sin ti.
-Ya estás muerta, ¿recuerdas?
-Cierto. Disculpa, soy una tonta. Debe ser el amor...
-Si yo aceptara, ¿me mostrarás el camino?
-Sí.
-Espera entonces hasta esta noche, debo hacer algo primero...


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Hace una semana que vino Carlos a contarme esta inverosímil historia, exactamente el tiempo que tiene desaparecido. Sólo me entregó un pequeño arcón de madera con la encomienda de cuidarlo mucho. Ayer, después de no saber nada de él durante seis días, me decidí a ver que había dentro.

Mi primera reacción fue saltar hacia atrás. Cuidadosamente acomodada entre papel periódico un redondeado objeto, de color marfil: un cráneo perfectamente conservado, de no ser por algunos dientes faltantes y un golpe en el parietal izquierdo.

Después de reponerme del susto lo tomé y vi el fondo de esas cuencas oculares vacías. Una sensación extraña me hizo volver a depositarlo entre el papel periódico y tapar la caja para no verlo más. Sin embargo, esta mañana me despertó una corriente de aire helado que se coló por la puerta entreabierta, mientras oía -creí oir- una dulce voz que me llamaba por mi nombre y me decía:


-Me llamo Rebecca...


He querido escribir lo que está pasando porque me parece tan ilógico que yo mismo dudo que esté sucediendo. Siempre he sido un escéptico, pero ahora se me han agotado las explicaciones lógicas.

Hace una semana le dije a Carlos que estaba loco, que probablemente estaba borracho, pero ahora no estoy tan seguro. Hoy, a siete días de su desaparición, estoy convencido de que sé a donde se dirigió y todo apunta a que lo veré muy pronto...


-Sígueme... no tengas miedo -dice la voz.
-No puedo evitarlo... No dejo de temblar...
-Te amo.
-Yo también te amo, Rebecca... Muéstrame el camino...




FIN



3 comentarios:

  1. A que todos abrazamos alguna vez a doña muerte, es como el cuento de Francisca y la muerte, solo que Francisca era muy rápida y logró escaparse un tiempo.

    Por eso es que "Rebeca" anda tras los hombres, según los cuentos recolectados del mundo un esqueleto siempre anda tras un hombre. Aquí te dejo la historia.

    http://anys-ideabrillanteluz.blogspot.com/2010/08/cuento-de-la-mujer-esqueleto-o-dona.html

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  2. Ahora entiendo como es que ese cráneo llegó a mi mesa de noche...

    ¡Es tan hermosa!

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  3. Muy interesante!
    Esa Rebecca era una manipuladora con las dulces palabras "Te Amo" y como tú no crees en esas palabras, pues por eso es que sigues vigente (sin desaparecer) y la pobre Rebecca en tu mesita de noche, esperando tu momento de vulnerable...
    Que inteligente soy, tipo Sherlock Holmes ;) !!

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