sábado, 22 de enero de 2011

No...



-No... -Dijo ella mientras giraba la cara unos cuantos grados hacia su derecha.
-¿No qué? -Preguntó él fingiendo desconocer la respuesta.
-No me beses...
-¿Por qué no? ¿Acaso no te gusta?


Él disfrutaba el juego sin duda. Podía verse claramente el placer reflejado en su sonrisa retorcida. Sonrisa malvada dijo alguien, alguna vez...


-Me gusta. Me gusta demasiado. Me encantan tus besos.


Estaban recostados en la cama, ella debajo de él, respirando agitadamente, escondiendo sus labios de esas caricias que se esforzaba por no probar.

Él aprovechó el movimiento de su cara para tocar con sus labios aquél cuello que tembló al primer roce. La sensación eléctrica que erizó su espalda le hizo cerrar los ojos y desear más.

Abrió los ojos de súbito. Recordó algo, algo importante y volvió a decir:


-No...


Ella trató de incorporarse y él se lo permitió. Se recargó en la ventana. Él se acercó a ella, lentamente, mirándole fijo a los ojos, hasta volverla a apresar entre sus brazos. La besó en los labios una vez más mientras ella mantenía los suyos apretados. Deslizó las manos por su espalda y ella le dejó hacer. Incluso se alejó cinco centímetros de la ventana para darle más libertad a esas manos  que tomaban con fuerza sus bien formadas nalgas.

No pudo resistir mucho tiempo. Abrió los labios, aceptó la lengua intrusa y correspondió a la caricia con todos los sentidos. Su cuerpo se tensó y dejó escapar un leve gemido.


-No... -Repitió ella.
-¿Por qué no? -Volvió a preguntar él.
-Porque no soportaría volver a enamorarme de ti, o dime, ¿tú quieres que me enamore otra vez de ti? ¿Verdad que no?


Él la soltó de entre sus brazos. Retrocedió un poco. Recordó algo. Algo importante.

Recordó cómo había visto sufrir a todas las mujeres que se enamoraban de él. Recordó lo mucho que ella sufrió varios años atrás, cuando lo amaba.

¿Quieres que me enamore otra vez de ti? Resonaba al interior de su cabeza.

Y sólo había una posible respuesta ante tal pregunta:


-No...





7 comentarios:

  1. Aún con un "No" de por medio, eres tan terco y persuasivo que convences a cualquiera de cambiar la respuesta por un "Si"

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  2. ¿Terco? Tal vez un poco. Ok, lo acepto, soy muy terco.

    ¿Persuasivo? Me gusta como suena y es mucho mejor cuando da resultado, ¿no lo creen? Ir convenciendo de a poquito... suavecito... bonito...

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  3. Eso que ni que, y definitivamente tu persuasión da resultado. Esa labor de convencimiento de a poquito... suavecito... bonito, hace que por más que una no quiera, termine deseándolo.

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  4. no....no....????....dónde he escuchado eso antes??

    Todo un don juan amiguito.....y esa "anónima", la traes loca....te lo aseguro.

    Sabes quién soy, verdad???

    TQM

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  5. Claro que lo sé amiguita, gracias por comentar.

    Van a lograr que me sonroje...

    ;)

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